Resumen
El paisaje no es equiparable a naturaleza, sino una compleja y cambiante construcción cultural que, para ser comprendido en todas sus dimensiones históricas (sociales, políticas, económicas, religiosas, etc.) tiene que ser desnaturalizado, es decir, comprendido como una construcción y no como algo dado y difícilmente modificable. Este artículo presenta el concepto de paisaje desde postulados propios de las arqueologías postprocesuales para incidir en las posibilidades de análisis que ofrece el concepto y en los retos científicos que supone dicho análisis.