Resumen
A mediados del siglo XIII la concesión de la carta de población impulsa a Grado a transformarse en una villa activa y destacada del sector central de Asturias. Su ventajosa situación en una importante zona de tránsito, dinamizó el desarrollo y diversificación social y económica de la población local. El espacio urbano medieval se caracteriza por la existencia de un pequeño núcleo amurallado y el desarrollo del caserío principal en la zona extramuros. En el siglo XIX la villa renuncia a mantener en pie dos de las construcciones más destacadas de su pasado, la iglesia y la muralla. En la década de 1990 se puso en marcha un plan de recuperación históricoarqueológica del casco histórico de la villa que, en fechas recientes, ha permitido recuperar parte del espacio amurallado y la dignificación de su entorno.