Resumen
Se describe por primera vez una numerosa concentración de antiguos morteros de uso minero encontrados en la cala del Figo, en la que desembocan dos grandes canaleszanja y tres galerías subterráneas procedentes de las labores mineras romanas de las lagunas de Silva, en Salave (Tapia de Casariego, Asturias)
Se han localizado hasta el momento cincuenta y una piezas, de las cuales veintisiete son identificables como morteros más o menos completos y el resto como fragmentos de aquel tipo de piezas o similares. Las piezas son de gabro, de cuarzo o de cuarcita. Todas las piezas han sido numeradas, medidas, fotografiadas y ubicadas. Su estado de conservación es regular por estar sometidas a la dinámica costera.
Se han calculado sus coeficientes de aplastamiento y de redondeamiento y estimado sus asimetrías para intentar definir hasta qué punto sus formas son primigenias o debidas a ulteriores agentes erosivos.
También se discute la ubicación original de los morteros, lo que tendría implicaciones cronológicas y culturales. Se relacionan las formas y tipos de los mismos con sus posibles funciones instrumentales. Se concluye que las piezas pudieron haber tenido un uso múltiple para trituración y molienda, sin descartar que algunas de ellas también hubieran sido utilizadas en el lavado y la concentración de las menas de metales pesados, presumiblemente de oro.
Se recomiendan medidas protectoras urgentes tanto para las piezas como para el conjunto del yacimiento arqueo-minero.