Resumen
La construcción de fortificaciones en emplazamientos en altura dotados de una privilegiada posición de dominio sobre el paisaje ha sido entendida, tradicionalmente, como una estrategia militar destinada a la defensa de reino astur en su avance hacia el sur. Se presenta un acercamiento preliminar y una revisión de las fuentes escritas de los siglos IX-X, a fin de conocer las limitaciones que estas plantean a la hora de conocer las funciones de los castillos en unos momentos de transformación como fueron los de la ordenación territorial por parte del poder asturleonés de la zona de León. Estas menciones permiten cuestionarse el protagonismo exclusivo de la monarquía en la administración territorial de los espacios progresivamente añadidos a sus zonas de dominio. Partimos de la hipótesis de que la territorialidad del reino asturleonés no responde únicamente a una instalación de puntos defensivos relevantes para el control de los espacios cercanos a la nueva capital, León. A partir del caso de Ardón (León), se plantea la alternativa de una visión más matizada, en la que cobra especial valor la relación entre la monarquía y las élites encargadas de la administración de unos territorios que podían surgir aprovechando dinámicas previas a la llegada del poder asturleonés. Todo ello teniendo en cuenta que el castillo no fue el único centro territorial durante este periodo, existiendo tanto castillos sin funciones de dominio territorial como territorios sin castillos.