Resumen
Un estudio actualizado sobre la lateralización de las figuras animales en el arte parietal paleolítico muestra que todas las especies están orientadas preferentemente hacia la izquierda, excepto el caballo, que lo está mayoritariamente hacia la derecha. Esta particularidad atañe más a las representaciones completas de caballo que a las cabezas y a los prótomos. La investigación experimental del cerebro ha permitido explicar por qué el Homo sapiens prefiere generalmente los perfiles izquierdos, los cuales identifica más fácilmente. Así, el caballo se presenta como una «anomalía» selectiva de probable origen cultural. Hemos recopilado todo un conjunto de elementos que muestran las diferencias entre el caballo y las otras especies, lo que nos ha permitido concluir que este tuvo un papel diferente dentro de la iconografía paleolítica. El caballo ocupó la cumbre de una pirámide conceptual y quizá su orientación inversa fuera una forma de resaltar su diferencia y superioridad en esa jerarquía de valores simbólicos representados por los animales.